viernes, 22 de mayo de 2009

LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA



El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:
"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me on rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:
"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".
Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla semejante a esto que estas viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen", y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.
El Arzobispo de París permitió fabricar la medalla tal cual había aparecido en la visión, y al poco tiempo empezaron los milagros. (lo que consigue favores de Dios no es la medalla, que es un metal muerto, sino nuestra fe y la demostración de cariño que le hacemos a la Virgen Santa, llevando su sagrada imagen).

PARA OBTENER LA CURACION DE UN ENFERMO

¡Oh María, sin pecado concebida, cuya inmensa bondad y tierna misericordia no excluye el alivio de este amargo fruto de la culpa que se llama enfermedad de la cual es con frecuencia víctima nuestro miserable cuerpo! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me tenéis implorando vuestro favor. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra de vuestro Hijo Jesús, obténgalo este querido enfermo, que os recomiendo, mediante la aplicación de vuestra Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor vuestro, podamos exclamar agradecidos: La Medalla Milagrosa le ha curado.

domingo, 17 de mayo de 2009

LA SANACION


Supuesta la aceptación de la voluntad de Dios, el deseo del enfermo de obtener la curación es bueno y profundamente humano, especialmente cuando se traduce en la oración llena de confianza dirigida a Dios. A ésta exhorta el Sirácida: "Hijo, en tu enfermedad no te deprimas, sino ruega al Señor, que él te curará" (Si 38, 9). Varios salmos constituyen una súplica por la curación (cf. Sal 6, 37[38]; 40[41]; 87[88]).
Durante la actividad pública de Jesús, muchos enfermos se dirigen a Él, ya sea directamente o por medio de sus amigos o parientes, implorando la restitución de la salud. El Señor acoge estas súplicas y los Evangelios no contienen la mínima crítica a tales peticiones. El único lamento del Señor tiene qué ver con la eventual falta de fe: "¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!" (Mc 9, 23; cf. Mc 6, 5-6; Jn 4, 48

LA DEMORA DE DIOS NO ES UNA NEGATIVA


Dios responde todas las oraciones, aunque no siempre de la maneraesperada. Nosotros pensamos en el presente; Dios nos prepara para la eternidad.Preparó por miles de años la venida de su Hijo. Te hará esperar lo necesario para alcanzar los mejores resultados. Contempla como Dios actúa lentamente en la creación. No se puede apurar a Dios. La espera es para nuestro bien. Aun lo bueno puede hacer daño si se alcanza prematuramente.A veces Dios demora la respuesta a una oración hasta que hayas aprendido algo que Él quiera enseñarte. A veces espera hasta que se produzcan las condiciones propicias para el resultado que quiere lograr. Como en el caso de aquel ciego de nacimiento. Tuvo que ser ciego toda su vida para que todos lo supieran, y así, al llegar cierto día Jesús y sanarlo milagrosamente, Dios fuese glorificado (véase Juan 9).
En ciertos casos, tal vez transcurran años hasta que sepas por qué Dios no respondió del modo que esperabas, o cuando se lo pediste, ¡pero el día llegará, y sabrás que Dios actuó acertadamente! Espera en el Señor!¡La oscuridad más densa es antes del amanecer,y la mayor desesperación ocurre justo antes de la Salvación!¡La más profunda desesperanza ataca justo antes de ser rescatado!Por eso, no dudes ni por un instante de que Dios te contestará. ¡Ya verás que lo hace! ¡Confía en Él y dale gracias por la respuesta, aunque no la veas de inmediato! ¡Después te alegrarás de haber confiado en Él! La vida te parece larga pero no es sino un suspiro antes de la eternidad.

miércoles, 13 de mayo de 2009

ORA



Si alguno de ustedes está afligido, que ore. Si alguno está contento, que cante alabanzas." SANTIAGO(5.13)



Buscando a Dios No le reces a Dios mirando al cielo, ¡mira hacia adentro! No busques a Dios lejos de ti, sino en ti mismo... No le pidas a Dios lo que te falta: ¡búscalo tú mismo!, y Dios lo buscará contigo, porque ya te lo dio como promesa y como meta para que tú lo alcances... No reproches a Dios por tu desgracia; ¡súfrela con Él! y Él sufrirá contigo; y si hay dos para un dolor, se sufre menos... No le exijas a Dios que te gobierne a golpe de milagros desde afuera; ¡gobiérnate tú mismo! con responsable libertad, amando, y Dios te estará guiando ¡desde adentro y sin que sepas cómo!.. No le pidas a Dios que te responda cuando le hablas; ¡respóndele tú!, porque Él te habló primero; y si quieres seguir oyendo lo que falta, escucha lo que ya te dijo... No le pidas a Dios que te libere, desconociendo la libertad que ya te dio. ¡Anímate a vivir tu libertad! y sabrás que sólo fue posible porque tu Dios te quiere libre... No le pidas a Dios que te ame, mientras tengas miedo de amar y de saberte amado. ¡Ámalo tú! y sabrás que si hay calor es porque hubo fuego, y que si tú puedes amar es porque Él te amó primero. San Agustín

SANACION POR EL ESPIRITU SANTO



Pido amorosamente a la Gran Fuerza Invisible y poderosa del Espíritu Santo
que limpie toda impureza u obstrucción que haya en mi cuerpo y en mi mente;
que me restaure en perfecta salud.
Le pido esto con toda la honradez y la sinceridad de mi alma con Dios,
y cumpla yo mi parte.
Pido a esta Gran Fuerza Invisible del Espíritu Santo que me ayude a restaurar mi salud,
así como también la de aquellos presentes y ausentes que necesitaren
estar en perfecta salud.
Pongo toda mi confianza en el Amor, en el Poder y en la Sabiduría de Dios.
Soy uno con la vida perfecta y armonía de Dios;
soy uno con la sustancia y la Inteligencia Divina. Dios es mi fuerza, mi sol y mi vida.
Yo tengo fe en el poder sanativo del Espíritu Santo por el cual mi mente y mi cuerpo
ahora están restableciéndose.
Dios es Salud, enfermarme no puedo
Yo Soy sano, puro, perfecto y saludable, por el Poder Divino
Dios me bendice ahora. Yo soy la vida radiante de Dios.
Así sea y será